Las líneas ferroviarias son la columna vertebral de la transición hacia un transporte limpio en Europa, pero no están mejorando con la suficiente rapidez.

 

La red ferroviaria de alta velocidad de la UE casi se ha duplicado en una década, según las últimas cifras oficiales.

 

Las líneas capaces de transportar trenes a 250 km/h y más atravesaron 8.556 km por el continente en 2023, según Eurostat. Eso es un aumento respecto de las 5.812 de 2013.

 

Sin embargo, la red ferroviaria total del bloque se redujo un 1,3 por ciento en ese tiempo, extendiéndose solo 200.947 km en 2023. “Europa no está modernizando sus ferrocarriles con la suficiente rapidez”, advierte Carlos Rico, responsable de políticas ferroviarias del grupo de campaña Transport & Environment (T&E).

 

A pesar de que las líneas ferroviarias son la columna vertebral de la transición hacia un transporte limpio en Europa, las últimas cifras revelan un mapa de progreso desigual.

Le siguen Bélgica (119,2 m/km²), Alemania (109,5 m/km²) y Luxemburgo (104,8 m/km²).

 

Como señalan los analistas de Eurostat, los países con mayor densidad de redes ferroviarias se encuentran todos en el centro del norte de Europa, lo que refleja tanto su alta densidad de población como sus volúmenes relativamente altos de transporte de mercancías.

 

En el otro extremo del espectro, las densidades de red ferroviaria más bajas se encontraron en Grecia (14,0 m/km²) y Finlandia (19,4 m/km²), que tiene la densidad de población más baja de la UE.

Suecia (26,8 m/km²), Estonia (27,2 m/km²), Portugal (27,8 m/km²), Letonia (28,9 m/km²) e Irlanda (29,8 m/km²) completan la lista.